Diferencia frente a promociones Build to Sell
En el ámbito inmobiliario, el Build to Sell responde a un modelo clásico en el que el promotor construye viviendas para posteriormente comercializarlas de forma individual. El margen de beneficio se concreta en la diferencia entre el coste total del proyecto y el precio de venta que los compradores están dispuestos a pagar por cada unidad. En contraste, el Build to Rent destina todas las viviendas al alquiler bajo una única gestión, de modo que el activo se revaloriza no por la venta, sino por la obtención de rentas periódicas y por la apreciación futura del inmueble como conjunto. La continuidad de la explotación y la profesionalización de la gestión confieren al BTR una visión de largo plazo que difiere radicalmente de la rotación del inventario asociada al BTS.
Activo inmobiliario en rentabilidad a largo plazo
El Build to Rent representa una inversión institucional en la que, más allá de las características físicas del inmueble —ubicación, tamaño, calidades— lo determinante es la estabilidad del flujo de ingresos. El concepto de “activo en rentabilidad” implica entender el conjunto residencial como una fuente de cash flow recurrente. Gracias a su carácter profesional y escalable, un BTR con una gestión eficiente minimiza la volatilidad de los ingresos y ofrece a los inversores un producto inmobiliario alineado con las preferencias de los mercados de renta fija y renta variable.