- 6 mayo, 2025
Due Diligence: ¿Qué es y cómo funciona?
Los negocios son todo un mundo, eso no hace falta casi ni decirlo. Pero, cuando se trata de grandes movimientos entre empresas, fusiones, adquisiciones y operaciones de semejante calado, lo que prima por encima de todo es la información.
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ToggleLas Due Diligence son una manera idónea de obtener información sobre una transacción empresarial concreta. Con ella se minimiza esa molesta incertidumbre, que se hace más poderosa cuando hay mucho dinero de por medio. En Grupo Tecnitasa, queremos que tomes decisiones 100% informadas con tu dinero y que tengas este tipo de operaciones en cuenta.
A continuación, te contamos qué es una due diligence y cómo funciona. Además, veremos su importancia en negocios empresariales de todo tipo. ¡Sigue leyendo!

Qué es una Due Diligence?
La Due Diligence, a la que conocemos en español como diligencia debida, es un proceso que trata de investigar y hacer un análisis exhaustivo antes de concretar cualquier tipo de operación empresarial significativa, como una fusión, adquisición o inversión.
Con este procedimiento puedes revisar a fondo todos esos aspectos financieros, legales, operativos y comerciales de una empresa que te van a permitir disfrutar de una visión completa de su situación actual y conocer cualquier posible riesgo o irregularidad. Así, garantizas que tus decisiones empresariales sean informadas y seguras.
Objetivo principal del proceso
Cuando hablamos del objetivo de una Due Diligence, no debemos olvidar que lo principal es identificar riesgos potenciales y garantizar que la operación sea segura y beneficiosa para ambas partes.
Esto incluye:
- Detectar pasivos ocultos, litigios pendientes o problemas regulatorios.
- Evaluar la viabilidad financiera y operativa del negocio.
- Confirmar que el precio de compra o inversión refleja el valor real del activo.
- Proporcionar una base sólida para tomar decisiones estratégicas.
¿Cuándo es necesaria una Due Diligence?
Los casos más típicos y habituales para solicitar una Due Diligence son los siguientes:
- Fusiones y adquisiciones: antes de comprar o fusionar empresas, hay que evaluar todos los aspectos relevantes para asegurarse de que la transacción sea viable y rentable.
- Inversiones: aquí una due diligence es clave para analizar el potencial de crecimiento, estructura financiera y riesgos asociados a una empresa antes de invertir.
- Ampliación de capital: si buscas incorporar nuevos socios o inversores, este proceso te asegura transparencia y confianza entre ambas partes.
- Procesos judiciales: te ayuda a evaluar riesgos legales y regulatorios para evitar situaciones complejas.
- Ofertas públicas iniciales (IPO): es fundamental para preparar a las empresas ante regulaciones y requisitos del mercado financiero.

¿Cómo funciona una Due Diligence?: fases del proceso
Lo primero que tienes que saber del proceso de una Due Diligence es que es realmente profesional y tiene un enfoque 100% estructurado de análisis empresarial. Estas son las fases clave del proceso:
Preparación y recopilación de documentación
En esta primera etapa se define el alcance del análisis y se toma toda la documentación que pueda ser relevante. Aquí se incluyen documentos financieros como balances, flujos de caja o cuentas de resultados. También contratos legales con clientes o proveedores, declaraciones de impuestos y otros documentos como licencias o permisos.
Análisis e investigación de la información
Aquí los expertos revisan a fondo todos los datos aportados para evaluar si existen riesgos, inconsistencias o irregularidades. Dentro de las áreas a revisar se incluyen la financiera, la legal, la fiscal y la operativa/comercial.
Redacción del informe final y recomendaciones
Todo este proceso se detalla en un informe final con recomendaciones que incluye un resumen de todos los hallazgos y posibles riesgos detectados (si los hubiera), un análisis de cada área de la empresa y estrategias para mitigar los problemas, renegociar términos o incluso cancelar la operación si no resultase viable.
Tipos de Due Diligence en el ámbito empresarial
En el entorno empresarial, existen diferentes tipos de Due Diligence y cada una está enfocada a diferentes áreas de análisis. A continuación, te contamos los principales tipos y su relevancia:
Due Diligence legal
La due diligence legal revisa todos los aspectos jurídicos que pueden hacer que una empresa esté en riesgo. Incluye una revisión de acuerdos con clientes, proveedores, posibles litigios y disputas de propiedad intelectual. También evalúa el correcto cumplimiento normativo en diferentes áreas.
Due Diligence financiera y contable
En este tipo de Due Diligence se revisa la salud económica de la empresa evaluando sus balances de resultados y su flujo de caja. También se tienen en cuenta prácticas contables, deudas y obligaciones y algunas proyecciones futuras de sostenibilidad económica.
Due Diligence fiscal y laboral
La due diligence fiscal y laboral se enfoca en revisar las obligaciones tributarias y laborales de una empresa. Esto implica analizar las declaraciones fiscales, inspecciones previas y el cumplimiento de las normativas tributarias, así como evaluar los contratos laborales, políticas internas y el cumplimiento de las leyes laborales.
Due Diligence comercial y estratégica
Por otro lado, la Due Diligence comercial y estratégica examina el posicionamiento del negocio desde una perspectiva operativa y de mercado. En este proceso se evalúa el modelo de negocio, identificando su estrategia empresarial y oportunidades de crecimiento.
Due Diligence urbanísticas
Este tipo de due diligence es clave en operaciones que implican activos inmobiliarios o desarrollos urbanísticos. Se revisan aspectos como la legalidad del suelo, licencias de construcción, normativas urbanísticas aplicables, cargas administrativas o servidumbres. Su objetivo es asegurar que el inmueble o terreno cumple con todos los requisitos legales y que no hay impedimentos para su uso o desarrollo futuro.
Due Diligence técnicas
La due diligence técnica se centra en evaluar el estado físico de activos como instalaciones, maquinaria o infraestructuras. Es habitual en sectores industriales o inmobiliarios y puede incluir inspecciones, informes de mantenimiento, eficiencia energética o cumplimiento de normativas técnicas. Ayuda a identificar costes ocultos de reparación o renovación.
Due Diligence de carteras
Este tipo se aplica cuando se evalúan carteras de activos, como inmuebles, productos financieros o préstamos. Analiza la calidad de los activos, su rentabilidad, riesgos asociados y cumplimiento de normativas. Es común en operaciones de inversión, reestructuración o compraventa de activos múltiples, asegurando un análisis detallado de cada componente de la cartera.
Ventajas de realizar una due diligence
Como es lógico, este análisis exhaustivo no solo nos ayuda a evitar problemas ocultos, sino que también nos proporciona valiosas herramientas para negociar mejores términos en una transacción. Como podemos identificar posibles sorpresas legales, financieras o estructurales, podemos también minimizar ciertos riesgos y evitar complicaciones futuras.
También nos asegura que las decisiones de compra o inversión se basen en información real, verificada y completa, haciendo que haya más probabilidad de éxito. Con los hallazgos del análisis, los compradores o inversores podrás renegociar precios o condiciones contractuales con argumentos sólidos, consiguiendo un acuerdo más favorable.
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